1. Escape
Estos orificios se pueden utilizar para el escape durante el tapado. En el proceso de tapado mecánico, si no se dispone de un orificio pequeño para el escape de aire, se formará un colchón de aire entre el tapón y la boca de la botella, lo que hará que el tapón caiga lentamente, afectando la velocidad de producción de la línea de ensamblaje mecánico. Además, al enrollar el tapón (tapón de aluminio) y calentarlo (tapón termoplástico), el aire residual quedará atrapado en el tapón, lo que afectará su apariencia.
2. Ventilación
Estos pequeños orificios también son los respiraderos del vino, lo que facilita su envejecimiento. Una pequeña cantidad de oxígeno es beneficiosa para el vino, y estos respiraderos están diseñados para permitir que el vino tenga acceso al aire cuando está completamente sellado. Esta lenta oxidación no solo hace que el vino desarrolle un sabor más complejo, sino que también prolonga su vida.
3. Hidratación
Como todos sabemos, además de la luz, la temperatura y la ubicación, la conservación del vino también requiere humedad. Esto se debe a la contractibilidad del tapón de corcho. Si la humedad es demasiado baja, el tapón se secará mucho y la hermeticidad se verá afectada, lo que puede provocar la entrada de una gran cantidad de aire en la botella, acelerando la oxidación del vino y afectando su calidad. El pequeño orificio en el sello de la botella permite mantener la parte superior del corcho a cierta humedad y conservar su hermeticidad.
Pero no todos los tapones de plástico para vino tienen agujeros:
El vino sellado con tapón de rosca no presenta orificios pequeños. Para conservar el sabor floral y frutal del vino, algunos vinicultores utilizan tapones de rosca. La entrada de aire en la botella es mínima o nula, lo que puede inhibir el proceso de oxidación del vino. El tapón de rosca no tiene la misma permeabilidad al aire que el corcho, por lo que no necesita perforarse.
Hora de publicación: 03-abr-2023