El arte de las tapas de botellas de champán

Si alguna vez has bebido champán u otros vinos espumosos, habrás notado que, además de un corcho con forma de hongo, hay una combinación de “tapa de metal y alambre” en la boca de la botella.
Dado que el vino espumoso contiene dióxido de carbono, la presión en su botella equivale a entre cinco y seis veces la presión atmosférica, o entre dos y tres veces la presión de un neumático de automóvil. Para evitar que el corcho saliera disparado como una bala, Adolphe Jacquesson, antiguo propietario de Champagne Jacquesson, inventó este método especial de sellado y solicitó una patente para esta invención en 1844.

Y nuestro protagonista de hoy es el pequeño tapón metálico sobre el corcho. Aunque solo tiene el tamaño de una moneda, esta pulgada cuadrada se ha convertido en un vasto mundo para que muchas personas exhiban su talento artístico. Algunos diseños hermosos o conmemorativos tienen un gran valor de colección, lo que también atrae a muchos coleccionistas. El coleccionista con la mayor colección de tapones de champán es Stéphane Primaud, quien posee un total de casi 60.000 tapones, de los cuales unos 3.000 son antigüedades anteriores a 1960.

El 4 de marzo de 2018, se celebró la 7.ª Exposición de Chapas de Champán en Le Mesgne-sur-Auger, un pueblo del departamento de Marne, en la región francesa de Champaña. Organizada por la asociación local de productores de champán, la exposición también preparó 5000 chapas con el logotipo de la exposición en tres tonos de oro, plata y bronce como recuerdo. Las chapas de bronce se entregaron gratuitamente a los visitantes en la entrada del pabellón, mientras que las de plata y oro se vendieron en el interior. Stéphane Delorme, uno de los organizadores de la feria, comentó: «Nuestro objetivo es reunir a todos los aficionados. Incluso muchos niños trajeron sus pequeñas colecciones».
En la sala de exposiciones de 3.700 metros cuadrados, se exhibieron casi un millón de chapas en 150 stands, atrayendo a más de 5.000 coleccionistas de chapas de champán de Francia, Bélgica, Luxemburgo y otros países europeos. Algunos recorrieron cientos de kilómetros solo para encontrar la chapa que les faltaba para siempre en su colección.

Además de la exposición de chapas de champán, muchos artistas también presentaron sus obras relacionadas con ellas. La artista franco-rusa Elena Viette presentó sus vestidos hechos con chapas de champán; otro artista, Jean-Pierre Boudinet, presentó sus esculturas hechas con chapas de champán.
Este evento no es solo una exposición, sino también una importante plataforma para que los coleccionistas intercambien chapas de champán. El precio de las chapas varía mucho, desde unos pocos céntimos hasta cientos de euros, e incluso algunas cuestan varias o incluso decenas de veces más que una botella de champán. Se dice que la chapa más cara de la exposición alcanzó los 13.000 euros (unos 100.000 yuanes). En el mercado de coleccionistas de chapas de champán, la más rara y cara es la de Champagne Pol Roger 1923, de la que solo existen tres, y se estima que su precio alcanza los 20.000 euros (unos 150.000 yuanes). Parece que las chapas de champán no se pueden tirar una vez abiertas.


Hora de publicación: 03-abr-2023